CAER

No sé mucho de inglés, pero cuando pienso en aprenderlo me imagino en los brazos de Mel, en las piernas de Nes.

Recuerdo que no entendía nada y aún así me sentía en casa.

No con muchas personas pasa que te desnudan el alma de una forma tan extraña. Con magia.

En inglés “enamorarse” es como caer... Caer en algún lugar lleno de amor. “Caer en el amor” ¿Qué es el amor? ¿Cómo sé que está allí? ¿O aquí? ¿Dónde está?

Lo que si he sentido es eso de caer, en parte.

No he caído a ningún lado, o más bien no he terminado de caer, porque sé que justo ahora estoy cayendo.

Tres años, multiplicados por tres. Tres etapas iniciales. Diez años apenas. Dos veces completas.

Un juego.

Dos seres. Mil cuerpos.

La primer etapa no sentí nada, era una perra desalmada. ¿Queremos castigo para una perra? Listo! Nos fuimos.

Yo caía dulcemente hacía el amor cuando la gravedad ya no me dejó caer más. En el limbo estoy.

En la segunda etapa fue todo brillante, fuimos totalmente uno solo, tres, después uno sólo y otra vez tres, hasta que terminé llorando en los rincones por el castigo estremecedor que aún persiste: duro, frío, adormecedor, inquietante.

Castigo divino.

La última etapa que recuerdo concluir fue la más difícil, la menos buena, la más dura.

Nos alejamos incontables pasos queriendo acercarnos, aquí fue donde más he caído, donde ha sido más lento por la carga de todo el deseo flotando alrededor.

Caí unas veces lento. Caí pocas a gran velocidad, pero no he dejado de caer.

No sé lo que significa realmente caer en el amor, lo que sea que signifique “caer en el amor” porque nunca he terminado de hacerlo, y estar a veces tan cerca y otras tan lejos que no distingo, es lo más doloroso que el amor que siento me ha dado.

Ahora, ahora he empezado otra etapa. Cuarta y contando. Que me está hundiendo más, y no sé si es bueno o es malo. Que me acerca más al “amor”, pero me presiona el pecho en el proceso. Que me hace ver todo borroso y frío. Que me llena el alma. Que hace que “caer” sea una palabra hermosa, aunque aún no sé si significa algo malo o bueno, un buen presagio o un tormento.

En el limbo estoy.

¿Soy o no soy? Soy siempre, claro, pero quisiera saber si estoy o no para él, si estoy en su cabeza o en algún lugar del corazón. Si me piensa en sus momentos buenos, o si me odia en la obscuridad de los malos.

Quisiera saber si se siente igual que yo, entre lo que somos y lo que estamos.

Perdido en algún lugar de nuestra historia, buscándome, buscándose.

Sintiéndonos entre la realidad y lo que siempre soñé.

O si no sabe si caer o salvarse yéndose de aquí.

"Cae, por favor, elige caer."