Estoy aquà sentada con la mejor cara que puedo poner,
seguro que has notado mis nervios.
Nunca!, nunca nadie como tu, wow!, me sorprendes, me desconozco,
todas esas platicas eternas,
hablando de mis cosas mas perversas.
Yo, yendo tan lejos, pisando terreno desconocido, y bien mona con mi vestido, malditas vÃas! malditas piedras,maldita prisa!
y una espera maldita.
Te he contado tanto, y algo se me ha olvidado,
estamos en el cuarto, peleando por tu cigarro
y creo que todavÃa estoy sudando.
TemÃa que no llegaras, de solo pensar que ahà me dejaras,
y apareciste, apareciste!
y en mi estomago se reprodujo el big bang, imagÃnalo!!!
Nuestras miradas se cruzaron, y caminamos,
como imanes opuestos,
y no dijimos nada,
nos abrazamos y caminamos,
perfecto momento:
en la calle y de tu mano.
No sé si te has dado cuenta,
aparecà a tu lado,
ni yo sé como paso,
ahà estamos:
tu hablando de Rubi Sparks
y yo aun temblando.
Toma mi pierna,
mira mi cara,
observa despacio,
no digas nada.
Dale trabajo al silencio
deja que actúe el destino
y si no crees en el, exacto como no crees en nada
entonces ya!
ven
bésame
haz algo que rompa el hielo.
Aunque hemos cambiado de lugar
no te pierdo,
incluso ahora te leo,
cada palabra en mis ojos,
cada sentimiento
y en cada intento, no te pierdo,
tu, el famoso Pego.
Dos minutos!
parecieran los mejores que he tenido,
uno y uno,
este es nuestro acuerdo
y ¡como hemos acertado!
Ahora ven, siéntate
y cuéntame de ti,
todo lo que ya sé,
lo que no quiero saber,
lo que sabes que me atrae,
hazme sentir especial,
dà que no me quieres ver partir,
que eso me hará muy feliz.
Por fin en terreno conocido
aunque aún sigo en tu sitio.
Estoy aquà sentada
esperando tu llegada
yo espero,Â
tu no te preocupes,
si quieres tarda,
no tengo mucho tiempo
pero puedo esperarte un poco mas de un siglo,
porque aun sigo,Â
con mi vestido amarillo,
frente al televisor
sentada volviéndome loca
con el calor de tu mirada
y esperandoÂ
que prendas de nuevo
el cigarro que odio tanto!