Lograste regresar y no sé quién eres

Debería escribirle a otra persona, sin embargo,

pensando en él acabe pensando en ti y decidí que quizás era una señal.

Cuando te conocí, bueno, ya sabes esa historia,

finalmente supe que lo que tenía contigo era un huracán de sentimientos.

Hubo amor, odio, deseo, pasión, ganas de sexo,

paz, intranquilidad, calor y frío,

sueño, sueños, acción, miedo, nervios.

Y nunca hubo realmente nada, solo estábamos tu y yo,

tú en violetas y yo en mi casa,

en mi escuela, en el hospital,

en cualquier lado menos cerca de ti,

aunque nuestras almas parecieran estar juntas pues apareciste en el momento adecuado.

Siempre lo haces.

Así eres tú, impredecible.

Soñé tantas cosas a tu lado,

soñé otras tantas en las que te odiaba o me odiabas,

en que nos hacíamos daño.

Espere tanto tiempo,

sentí que cuatro años eran una eternidad,

y llore la lejanía, la soledad,

el abandono hasta que tu cuerpo volvió a mi,

aunque no eras tú.

Ya no te sentí igual.

Ya no eras ni Marlon ni Gabriel.

Se que debería decirte esto a la cara, pero

¿Podría? Quizás acabaría saliendo de tu casa de tu mano como siempre,

como dos enamorados que no se confiesan lo que sienten por miedo a perderse,

pero que no se pueden lejos.

Se que debería mantener esto en secreto pero necesito decirte que te quiero,

que quizás eres en quien más puse esperanzas,

que nunca me duro tanto un amor,

que sé que somos el azul y el rojo,

que estamos locos, tan locos que podríamos ser tres siempre,

que amo los pinches triángulos,

que no voy a esperar más,

que no quiero echar a perder nada.

Que me encantas y te amo pero no vamos a estar juntos,

que no es algo que he decidido sola,

que los dos sabemos que no debemos estar juntos.

Que te quiero, te quiero y me encantan las tardes a tu lado

pero quiero amaneceres, quiero noches

y te voy a querer siempre porque los días solo son días con mañanas, tardes y noches.

Que no se si ya encontré al bueno,

pero si él se queda a pesar de mis fallas

yo puedo seguir siendo tu yang y tú mi ying,

por siempre,

pero no me vas a tener más.

Que la vida esta para cagarse

pero no podía esperar estar limpia a estas alturas,

que te quiero,

que te quiero desde el alma hasta la piel,

desde el primer contacto hasta la ultima partícula con vida en la historia,

pero que también me quiero a mi,

y escribir mi vida contigo allá

nunca fue mi ideal,

que quiero tener a alguien todo el tiempo para mi

y si lo encontré la verdad no me siento mal

porque creo que no me pierdes y no te pierdo,

puedes checarlo en el contrato que firmamos con el primer beso.