top of page
Buscar
  • Foto del escritorBrenda Venegas

Los nombres han sido cambiados para proteger la identidad e integridad de los actores.

Ethan abre la puerta del copiloto y bajo lentamente y con pesadez, no sé si quiero hacer esto pero ya no hay tiempo para pensarlo, pongo el segundo pie en el pavimento y tomo su mano, me abraza y me dice que todo va a estar bien.


Caminamos a la puerta y nos registramos en una lista que parece la lista de los que se irán al infierno.


La sala de espera es acogedora, hasta se me olvida donde estoy. Las paredes azules y los cuadros en todas sus tonalidades son perfectos, con frases hermosas que me hacen recordar mis clases en la facultad sobre el EZLN, donde hay mujeres fuertes y valientes que son libres de ejercer su libre albedrío y pueden decidir si tener hijos o no, y cuántos. ¿Cuántos? ¿Sí o no?




Ethan se levanta a hacer el pago correspondiente por el fabuloso favor que nos van a hacer al aspirar mi útero de alrededor de 8 semanas,

que hacen más fácil todo para todos,

y así, por fin acabar con el carrusel en mi cabeza que no sabe qué hace,

que va hacia la derecha y sin darme cuenta a la izquierda,

que está lleno de caballos y leones y dragones y ranas

y personas vivas y zombies y hasta cucarachas aunque tanto las odio.


Cuando despierto de mi ensoñación me acerco a él y veo los otros muchos cuadros que tapizan la pared con frases de mujeres que han decidido lo mismo que yo, aun no me atrevo a llamarlo por su nombre.

Y tienen justificaciones desde muy buenas, hasta muy telenoveleras.


No sé cuál es mi justificación, pero pido que me digan cómo llegar al baño y ya adentro junto mis manos para orar y empiezo pidiendo perdón por rezar solamente cuando necesito algo.


-No me castigues por esto, pero es lo mejor. Sé que más adelante me


agradeceré esto, necesito y quiero terminar mi carrera y luego pensar en qué ofrecerle a alguien más, ayúdame por favor, no me dejes morir ni que esto se complique. –Salí rápido de allí sin lágrimas en los ojos porque esto no duele “No duele Karla, no duele”.


- ¿Todo bien amor? Vamos a pasar a la consulta. - Sí - Y lo beso.


Son 3 semanas menos de las que esperábamos, lo que hace todo todavía más fácil, nos hacen preguntas de rutina

y hacemos preguntas que quizá también son de rutina,

salimos y una enfermera de no más de veintiocho me dice que es hora,

que hay que subir y entonces lo volteo a ver solo un segundo y regreso mi mirada a la enfermera siguiendo sus pasos,

no dije nada, solo seguí a la enfermera sin mirar atrás

y después de 14 escalones y 8 pasos me empiezo a quitar la ropa para pon


erme una de esas batas que traen una hermosa abertura atrás, y empezar.


Me acuesto en la cama o camilla o como se llame,

pronto entra la doctora que empieza a hacerme preguntas estúpidas creyendo estúpidamente que con eso se me va a olvidar lo que hago acostada ahí con las piernas abiertas y recargadas en esos fríos soportes y un espejo vaginal bien instalado.


- Administración de empresas, me faltan dos semestres para acabarla -Contesto. - Muy bien, que padre - Eso le dice a todas seguramente, que su vida es fabulosa y están haciendo lo correcto… - Esto va a doler Karla, pero no te muevas, entre menos te muevas más rápido


va a ser, mantente relajada - ¿Mantenerme relajada? Tengo una aspiradora metida en mi vagina, siento que me va a matar.

Ya ni escucho lo que dice.


- Aaaaaah… - Se acerca la linda enfermera y toma mi mano y empiezo a llorar. - Calmate Andrea, no te muevas, relaja tu pelvis y todo va a terminar rápido - ¿Andrea? Que rayos, hasta me dio risa, que bien, Karla relájate, todo va a terminar pronto. - Así Andrea, no te muevas. - Ya casi acabamos Karla, voy a volver a meterlo, no te muevas, quédate quieta y no contraigas para que terminemos - Me digo que todo estará bien, pero sé que no. Esto ha sido lo peor que me ha pasado hasta ahora, y lloro, empiezo a llorar y sigo gritando e ignoro lo que me digan, me están sacando el alma, no sólo “esa cosa”. - Muy bien Karla, ya acabamos, eso es todo, ya no hay restos - La enfermera me ayuda a levantarme con calma, me ayuda a caminar hasta el probador y me dice que me ponga la ropa y la acompañe.


Salimos del consultorio y me da mucha tentación acercarme al bote de basur


a en donde termino mi “cosa” pero la enfermera me pide apresurar el paso, afortunadamente, porque sé que lloraría y me tiraría a abrazar el bote.


Caminamos y me lleva a una sala fabulosa que amaré toda mi vida.

Me recuesto en un sofá comodísimo y me regalan galletas y té sin azúcar,

hay televisión y aire acondicionado,

y para hacerme olvidar todo, una bolsita hermosa que está muy caliente y acomodan perfectamente en mi pelvis para después taparme con una cobija.


Podría llorar tremendamente si estuviera sola,

pero mejor me pongo a platicar con Melissa sobre nuestra fabulosa experiencia.


Una media hora después prefiero firmar mi alta y bajo lentamente las escaleras después de pasar al baño y confirmar que no me estoy desangrando.

Me acerco a él, tomamos nuestras cosas y me abraza hasta que subimos al auto.


El auto me parece diferente, ya no es tan azul como lo era hace un rato, ya no es tan pequeño como lo sentí.


Ethan tampoco es el mismo, o yo no soy la misma y todo lo veo diferente, ¿Cómo voy a ser la misma?.


No me permito pensar al respecto.


- ¿Cómo te sientes amor? Estaba pensando en llevarte a mi casa a descansar, ¿vamos? - Si amor, hay que comprar medicina - Me mandaron medicamento para el dolor físico, como si eso fuera suficiente.

- ¿Qué piensas? - Pregunta para romper el hielo. - Nada bebé, no sé si me siento bien o mal por esto, no sé si debería sentirme culpable o algo así - No me permito pensar sobre eso – ¿Qué es eso amor? - señalo un edificio que llama mi atención. - Son las oficinas de… - No lo escucho, ni me escucho contestarle pero sé que lo hago, y platicamos un buen rato, pasamos por medicamentos, pasamos por agua, pasamos por comida, llegamos y me ayuda a acostarme y me tapa y me cuida como muchas veces antes, como nunca por esta razón.


Y tengo ganas de llorar y no lloro, porque esto ha sido lo mejor.

Ha sido lo mejor.


"Ha sido lo mejor..."

33 visualizaciones0 comentarios

Entradas recientes

Ver todo

Dany boy

No recuerdo haberme sentido así antes. Estaba tan cansada que la cama, desde que me acosté en ella, se acomodó a mi silueta. Abrí con esfuerzo los ojos cuando el sol apenas iba saliendo por el horizon

Navarro

Me lo estaba cogiendo. Arriba de él, cabalgando como si fuera la última vez. Uno nunca sabe... y me dijo que soy una Diosa. Yo ya lo sabía, que soy una puta Diosa en todos los aspectos de mi vida. Que

Sueños

En mis sueños tu llegas a decirme lo que creo que sientes. Has llegado a por mi, me abres la puerta y me sorprendes con un beso en la boca, me pongo el cinturón y espero que vayamos rápido en lo que s

Publicar: Blog2_Post
bottom of page