UNO DEL VEINTE QUINCE

Hace tanto que no escribo que parece que se me olvido como estar triste.

Recuerdo cuando te conocí, tu mirada dulce y encantadora, tu manera de ser tan diferente, tu cuerpo y cómo tu boca parecía estar hecha para besar la mía.

Las cosquillas de la tentación, los nervios de la mentira, la decepción tuya y luego yo aparentando ser feliz de la vida.

Extrañándote.

Por la maldita decisión de irme con él.

No recuerdo que nos dijimos, pero recuerdo la manera dulce en que me sonreías, me besaste y luego me buscaste.

No recuerdo qué tanto me buscaste, no recuerdo que tanto te fallé, pero recuerdo cuando regresamos y nada fue igual.

Hay veces en que la vida se empeña en darte algo que rechazas constantemente, cada que se te aparece, otras eres tú el que persiste aunque parezca no ser para ti.

No se de que lado estamos.

No recuerdo cuantas veces peleamos terrible, ni cuantas nos reconciliamos, pero recuerdo la primera vez que fui a tu casa, tu recamara, mis piernas sumamente observadas, tu cigarro y yo hipnotizada, tus manos, y la computadora, digna de tus manos sobre ella escribiendo lo mejor que he leído: Just because Brenda said so, Lunes...

No recuerdo el numero de tu casa, pero no olvido la fachada, nunca te prometí nada, pero soy fiel a amar tu mala facha, tu mala fama.

No recuerdo sonidos, solo gestos, miradas, no recuerdo distancia, recuerdo tu mano y la mía sudadas, las ganas de hablar inglés y tu borracho corriendo por la recamara.

No recuerdo porque dije sí, pero recuerdo las melodías dulces y pícaras que sonaban, recuerdo haber tocado tus pechos, jugar con tus cabellos, y no saber como confesar ser lesbiana, en francés, inglés o español.

No recuerdo cómo y cuando empezó todo, pero recuerdo que hemos acabado y empezado de nuevo, recuerdo cuando eramos tres, cuando los triángulos tomaron sentido y el blanco y negro mis colores favoritos.

No recuerdo cuando escribí por primera vez, pero recuerdo que fuiste mi inspiración, no recuerdo que decían, pero sí lo feliz que me ponía.

No recuerdo flores, pero si gorras, chocolates no comestibles, palabras, frases, letras...

No recuerdo alguna palabra cursi, pero sí un alto a los sentimientos, un alto simbólico, porque nunca nadie aquí ha dejado de sentir.

No recuerdo haberte evitado, pero si que mi memoria es mala, que skype es una mamada, a menos que estés tú del otro lado y sea media noche.

No recuerdo una cita contigo, pero recuerdo tantas pinches palabras locas que me encanta lanzar groserías y me siento mala, que me asombras, que me encanta como te ves cuando me miras.

No recuerdo muchas cosas, pero sí cada vez que me reclamabas, no recuerdo cuantas, pero sí que he sido musa y una perra descarada.

No sé que quería decirte con esto, pero puedo improvisar:

Que me arrepiento, que me duele y me dueles, que que puta manera la nuestra, que eres un puto, que soy una idiota, que somos geniales juntos, que no hacen falta las palabras, que sobra la distancia, que me jode no saber nada, que ya amo los cigarros, que me gustan nuestros secretos, que odie nunca tener un titulo, que odie a tu novia esa,

que me rompo si me dejas...